20 años de la «Ley Bosman»

El 15 de diciembre de 1995 fue un año clave para el fútbol europeo. El Tribunal de Justicia de la Unión Europea falló a favor de Jean-Marc Bosman, un antiguo futbolista belga que pasó a la historia.

Como futbolista, Jean Marc Bosman nunca fue un jugador destacado, pues militó en RFC de Lieja hasta el año 1990, cuando expiró su contrato y quiso fichar por el US Dunquerque, un humilde club de segunda división francesa.

El Lieja le reclamó 800000 dólares a cambio de dejarle ir, una cantidad que el club francés no podía financiar. Por eso, Bosman reclamó ante el Tribunal de Justicia de la UE que se interpretasen de distinta manera ciertos artículos del Tratado de Roma.

El Tribunal de Justicia dictó sentencia y declaró ilegales las indemnizaciones de traspasos por jugadores que habían finalizado su contrato y que los jugadores nacionales de países miembros de la Unión Europea no contaran como extranjeros.

Gracias a la Ley Bosman, hoy en día es posible que los jugadores puedan cambiar de equipo de manera gratuita al finalizar sus contratos y que en el Madrid, por ejemplo, puedan jugar juntos Modric, Kroos, Varane, Benzema, Bale y Cristiano.

Actualmente, la norma vigente establece que solo se pueden tener en plantilla a tres jugadores extracomunitarios, es decir, jugadores de países no pertenecientes a la Unión Europea.

Para ‘burlar’ esta ley, los clubes españoles cada vez recurren más a la nacionalización de jugadores extracomunitarios que llevan viviendo en España al menos durante dos años. Esto sucedió con Marcelo, lateral izquierdo del Real Madrid, o con Diego Costa, por aquel entonces delantero del Atlético de Madrid.

Jugadores que se nacionalizaron españoles para dejar de ser extracomunitarios: 

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Definitivamente, Bosman cambió el fútbol. Sería impensable, a día de hoy, que jugadores europeos siguiesen contando como extracomunitarios. En su momento, las opiniones no eran favorables a la sentencia del Tribunal de Justicia.

El futbolista alemán Lothar Matthäus dijo que las selecciones nacionales y los clubes pequeños serían «los que saldrán más perjudicados”.

Otros, simplemente, creían que jamás se llevaría a cabo, como Carles Rexach (“En España no creo que se lleva a la práctica nunca”) o Ángel Cappa (“Yo creo que todo continuará como estaba”).

Y gracias a Bosman, los jugadores disponen hoy en día de una gran baza a la hora de negociar con sus clubes cuando sus contratos están a punto de expirar. Son ellos los que tienen ahora la sartén por el mango, ya que pueden amenazar a los equipos con marcharse gratis.

Esto provoca que, ante la necesidad de vender a los jugadores mientras todavía dure su contrato, los clubes acepten cantidades menores a la valía del jugador cuando a estos les queda un año de contrato, porque temen que se vaya al año siguiente gratis.

Y, por supuesto, al quedar libres, los jugadores pueden negociar con cualquier club y, de normal, reciben una compensación económica por parte del club interesado a cambio de que estampen su firma en el contrato.

Jugadores que cambiaron de club a coste cero: 

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Todo ello provocó que Bosman, que no fue un gran jugador, entrase en la historia del fútbol europeo y mundial.


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